El término "a cappella" proviene de la frase italiana "alla cappella", que significa "al estilo de la capilla". En la Edad Media, la música a capella se interpretaba generalmente en iglesias y catedrales. Sin embargo, en el Renacimiento, la música a capella comenzó a interpretarse también en otros entornos, como escuelas, cortes y teatros.
La música a capella suele ser un desafío de interpretar, ya que requiere que los cantantes tengan una técnica vocal sólida y puedan combinar sus voces a la perfección. Sin embargo, cuando se interpreta bien, la música a capella puede ser increíblemente hermosa y conmovedora.