En el siglo XVII, la guitarra comenzó a extenderse a otras partes de Europa y América. La forma de la guitarra comenzó a cambiar, con la cintura volviéndose más pronunciada y el mástil más largo. El número de cuerdas también aumentó, pasando a ser seis cuerdas el estándar.
En el siglo XIX, la guitarra acústica se había convertido en un instrumento popular en la música folk, blues y country. En el siglo XX, la guitarra acústica se utilizó en una amplia variedad de géneros musicales, incluidos el rock, el pop y el jazz.
Hoy en día, la guitarra acústica sigue siendo un instrumento popular tanto para tocar en solitario como en conjunto. Es un instrumento versátil que se puede utilizar en una variedad de entornos musicales.