El timbre de una flauta está determinado por una serie de factores, incluidos los materiales utilizados para fabricar el instrumento, el diseño del instrumento y la forma en que se toca. Las flautas suelen estar hechas de madera o metal y los diferentes materiales producen diferentes timbres. Las flautas de madera tienen un sonido más cálido y suave, mientras que las flautas de metal tienen un sonido más brillante y penetrante. El diseño de la flauta también incide en su timbre. Por ejemplo, las flautas con un calibre más grande tienen un sonido más oscuro y resonante, mientras que las flautas con un calibre más pequeño tienen un sonido más brillante y enfocado. La forma en que se toca una flauta también afecta a su timbre. Por ejemplo, los instrumentistas pueden utilizar diferentes embocaduras (la forma en que forman sus labios) para producir diferentes sonidos. Los intérpretes también pueden utilizar diferentes técnicas de articulación (la forma en que inician y detienen las notas) para producir diferentes efectos.
El timbre de una flauta es una parte importante de su identidad musical. Es lo que le da a la flauta su sonido único y lo que la convierte en un instrumento tan versátil. Las flautas se utilizan en una amplia variedad de géneros musicales, desde clásica hasta jazz y rock.