Las ceremonias musicales son parte integral de las prácticas sintoístas, y los instrumentos musicales como tambores y flautas tienen un significado inmenso. Los tambores, en particular, se consideran sagrados y se tocan rítmicamente para despertar las emociones de las deidades y atraerlas a las ceremonias.
La música sintoísta es diversa y abarca tanto música ritual antigua como adaptaciones modernas que conservan elementos tradicionales. La solemne música Kagura es el epítome de la música ritual, interpretada por sacerdotes y sacerdotisas durante los principales festivales. Gagaku, un género musical cortesano, fusiona melodías indígenas japonesas con influencias chinas y se toca durante ceremonias de suma importancia.
La influencia de la música sintoísta se ha filtrado a otras áreas de la cultura japonesa, incluido el teatro Noh y los rituales folclóricos. La música japonesa mantiene una estrecha conexión con las raíces sintoístas de la nación, y los componentes musicales de estos rituales continúan reverberando en las prácticas artísticas contemporáneas.