La melodía original de "¡Escucha! Escucho las arpas eternas" fue compuesta por George Frederick Handel en 1736. La melodía se conoce como "Hallelujah Chorus" e inicialmente fue parte del oratorio "Messiah" de Handel.
Con el tiempo, varios compositores han creado diferentes arreglos y versiones del himno. William Billings hizo un arreglo notable. En 1804, Billings publicó una armonización del himno en cuatro partes, que se hizo popular en las escuelas de canto e iglesias estadounidenses.
Hoy en día, "¡Escuchen! Oigo las arpas eternas" sigue siendo un himno querido en muchas denominaciones cristianas. A menudo se canta durante los servicios de Pascua, funerales y otras ocasiones en las que se celebra el tema de la vida eterna.