Si bien los violines Stradivarius son respetados por su excepcional artesanía y calidad, su superioridad tonal tiene sus raíces en gran medida en mitos culturales y percepciones tradicionales. Numerosas pruebas de escucha a ciegas realizadas por investigadores y expertos en audio han producido resultados mixtos, y algunos no indican diferencias significativas entre Stradivarius y otros instrumentos de alta calidad.
Varios factores influyen en el tono de un violín, incluida la construcción del instrumento, los materiales utilizados, la edad, el estado y la habilidad del violín. Las variaciones en estos factores pueden producir diferencias sutiles en el tono entre los instrumentos, independientemente de su fabricante.
Por lo tanto, si bien algunos músicos profesionales y entusiastas de la música pueden asociar un sonido distintivo y agradable con los violines Stradivarius, la noción de un sonido universalmente más dulce sigue siendo en gran medida subjetiva e influenciada por la reputación histórica y los prejuicios culturales. La percepción de la calidad del sonido es inherentemente individualizada y se deben considerar las preferencias individuales al evaluar la calidad del sonido de un instrumento.