Una batería acústica tradicional puede producir una amplia gama de niveles de presión sonora (SPL), según el tamaño y el tipo de batería, la técnica de ejecución y el entorno en el que se toca.
En general, una batería tocada en una habitación o estudio pequeño puede alcanzar niveles SPL de 110-115 dB(A), que es comparable al nivel de sonido de un concierto de rock ruidoso o de una calle concurrida. En un espacio más grande, como una arena o un estadio, los SPL pueden ser incluso mayores, alcanzando 120-130 dB(A) o más.
Como referencia, el Instituto Nacional de Seguridad y Salud Ocupacional (NIOSH) recomienda un límite de exposición de 85 dB(A) para una jornada laboral de 8 horas, y un límite de exposición máximo permitido de 115 dB(A) para una duración corta (15 minutos). ). La exposición prolongada a niveles de sonido superiores a 140 dB(A) puede provocar daños auditivos permanentes.
Por lo tanto, es importante tomar las precauciones adecuadas al tocar o escuchar una batería, como usar protección auditiva y evitar la exposición prolongada a niveles altos de sonido.