Las contribuciones de Liszt a la música fueron vastas y variadas. No sólo fue un pianista prodigioso y un intérprete virtuoso, sino también un hábil compositor e innovador. Sus obras a menudo traspasaron los límites de la forma musical, la tonalidad y la técnica virtuosa, y se le atribuye el avance en el desarrollo del poema sinfónico y el arte de la transcripción para piano.
Sin embargo, comparar a Liszt con otros compositores románticos es complicado porque hubo muchos otros músicos destacados durante ese período. Algunos dirían que Ludwig van Beethoven, Frederic Chopin, Johannes Brahms o Richard Wagner fueron compositores igualmente o incluso más importantes de la era romántica. Cada uno de estos compositores tenía sus fortalezas y estilos únicos, y sus contribuciones a la evolución de la música clásica fueron sustanciales.
También es importante considerar que diferentes oyentes pueden tener diferentes preferencias en cuanto a estilos y estéticas musicales. Algunos pueden encontrar la música de Liszt particularmente atractiva por su brillantez técnica y naturaleza dramática, mientras que otros pueden preferir la belleza lírica de las obras de Chopin o la complejidad estructural de las composiciones de Brahms.
En última instancia, etiquetar a un compositor como el "mejor" es una cuestión de gusto y opinión individual. Todos estos compositores hicieron contribuciones significativas a esta forma de arte y su impacto continúa sintiéndose en la música moderna.