Autoedición :Los artistas pueden optar por autoeditar sus canciones sin la participación de un productor o un sello discográfico. Esto se puede hacer a través de plataformas en línea como CD Baby, TuneCore o DistroKid, que permiten a los músicos cargar su música, fijar precios y distribuirla a varias plataformas digitales como Spotify, Apple Music e iTunes.
Distribución directa :Algunos artistas pueden preferir distribuir su música directamente a plataformas de transmisión o tiendas de música en línea sin pasar por un editor o productor. Esto se puede lograr creando un perfil de artista en estas plataformas y subiendo la música de forma independiente.
Registro de derechos de autor :Independientemente de si trabajas con un productor o no, es fundamental registrar los derechos de autor de tu canción para proteger tu propiedad y tus derechos sobre la composición. Esto se puede hacer a través de la oficina de derechos de autor correspondiente en su país o región.
Colaboraciones en composición de canciones :Si has escrito la canción tú mismo, puedes colaborar con otros músicos, instrumentistas o vocalistas para crear una demostración o una grabación completa sin la participación de un productor.
Financiamiento colectivo :En algunos casos, los artistas también pueden optar por financiar colectivamente sus proyectos musicales para recaudar fondos para la grabación, producción y distribución sin depender de un productor o un sello.
Es importante señalar que, si bien publicar una canción sin un productor puede ofrecer más control y libertad creativa, puede requerir más esfuerzo y conocimiento de la industria musical, incluida la comprensión de las leyes de derechos de autor, marketing y estrategias de distribución. Si no tienes experiencia en estas áreas, trabajar con un productor o consultar a profesionales de la industria puede ser beneficioso para garantizar un lanzamiento exitoso y eficiente de tu música.