Era un muelle ocupado utilizado para los revestimientos de pasajeros, y fue elegido como el punto de aterrizaje para los Cárpatos, el barco que rescató a los sobrevivientes de Titanic.
El muelle fue el escenario de alivio y desamor, ya que las familias se reunieron con seres queridos, mientras que otros buscaron en vano miembros de la familia desaparecidos.