Un ejemplo de ironía dramática en el habla es cuando un personaje dice algo que es verdad, pero no se da cuenta de que es verdad. Por ejemplo, en la obra "Romeo y Julieta", Romeo dice:"Soy un tonto de la fortuna". No se da cuenta de que en realidad está diciendo la verdad, ya que el destino está a punto de matarlo.
Otro ejemplo de ironía dramática en el habla es cuando un personaje dice algo que es falso, pero que el público sabe que es verdad. Por ejemplo, en la obra "Hamlet", Hamlet dice:"No estoy loco". Sin embargo, el público sabe que Hamlet en realidad está bastante loco.
La ironía dramática puede ser una herramienta poderosa en la narración, ya que puede crear una sensación de suspenso, humor o tragedia. También se puede utilizar para explorar temas como el destino, el libre albedrío y la naturaleza de la verdad.