1. La rebelión de Absalom:
* sin: David cometió un adulterio con Betsheba y mató a su esposo, Uriah. Esto enfureció a Dios, y permitió que el hijo de David Absalón se rebelara contra él.
* Castigo: La rebelión de Absalón llevó a una devastadora guerra civil en Israel, donde el propio hijo de David intentó usurpar su trono. Esto resultó en la pérdida de muchas vidas, incluida la de Absalón. La rebelión afectó profundamente a David emocionalmente, y se vio obligado a huir de Jerusalén por un tiempo.
2. La plaga:
* sin: El pecado de David con Bathsheba se vio agravado por su decisión de ordenar un censo de su pueblo, que fue visto como un acto de orgullo y un intento de medir su propia fuerza.
* Castigo: Dios castigó a David enviando una plaga a Israel, matando a 70,000 personas. Este acto de juicio divino humilló profundamente a David, y se arrepintió por sus acciones.
3. La pérdida de su hijo:
* sin: El adulterio de David con Bathsheba resultó en el nacimiento de su hijo, Solomon. Sin embargo, el niño fue nombrado inicialmente "Amnon", que significaba "fiel", un nombre dado por Bathsheba con la esperanza de que Dios perdonara su pecado.
* Castigo: El niño murió poco después del nacimiento, probablemente debido a una enfermedad grave. La pérdida de su hijo fue una consecuencia adicional del adulterio de David.
4. La profecía de la espada:
* sin: Las acciones de David, particularmente el asesinato de Urías, fueron una violación de las leyes de Dios y condujeron a su caída espiritual.
* Castigo: El profeta Nathan declaró que una espada nunca se apartaría de la casa de David, lo que significa que habría conflictos y conflictos en curso dentro de su familia. Esta profecía se cumplió en las rebeliones de Absalón y Adonijah, y las batallas posteriores dentro de la familia para el trono.
5. La pérdida de su posición:
* sin: Los pecados de David condujeron a la pérdida del favor de Dios y la alienación de parte de su pueblo.
* Castigo: David fue despojado de su autoridad e influencia, perdiendo su lugar a los ojos de Dios. Tampoco pudo establecer un reino verdaderamente estable debido a los disturbios en curso causados por sus acciones.
A pesar de los castigos que enfrentó, la historia de David es de arrepentimiento y restauración. Aunque fue probado severamente por sus pecados, finalmente recurrió a Dios, buscando su perdón y orientación. Continuó siendo un rey justo, y su legado, a pesar de sus defectos, sufrió a lo largo de la historia.