1. Carácter y motivaciones: Abigail es egocéntrica, impulsada por el deseo, la pasión y la búsqueda de poder. Busca eliminar aquellos que percibe como obstáculos, incluido Goody Proctor, resaltando así su ambición y su naturaleza astuta. Por el contrario, Isabel es desinteresada y se guía por la integridad y la lealtad inquebrantable. Ella es veraz, honorable y busca la justicia, lo que la convierte en una brújula moral dentro de la obra.
2. Relación con John Proctor: Abigail y Elizabeth tienen relaciones contrastantes con John Proctor. Abigail está impulsada por su amor no correspondido por John, lo que la lleva a acusar falsamente a otros de brujería para eliminar obstáculos en su camino. Isabel, por otro lado, representa una relación estable, amorosa y fiel con John, y representa un vínculo fuerte basado en la confianza y la comprensión.
3. Posición social: Abigail es una joven huérfana que proviene de un estatus social más bajo en la comunidad. Su falta de posición social la hace vulnerable a la manipulación y la explotación. Elizabeth, por otro lado, proviene de una familia respetada y estimada, y disfruta de un estatus social más alto. Esta diferencia afecta su influencia, credibilidad y cómo otros los perciben dentro de la comunidad.
4. Representación de la feminidad: Abigail personifica el estereotipo de mujer tentadora, manipuladora y vengativa. Su personaje refuerza ciertos prejuicios de género prevalecientes en la época. Por el contrario, Elizabeth desafía estas nociones estereotipadas, encarnando fuerza, resiliencia y fortaleza moral, representando así una visión más empoderada e independiente de la feminidad.
5. Interacción con otros: Abigail es manipuladora y hábil en usar su encanto para controlar y explotar a quienes la rodean. Tiene una fuerte influencia sobre las jóvenes de Salem, desviándolas y alimentando la histeria. Por el contrario, Elizabeth es honesta y directa, y a menudo sirve como voz de la verdad y la razón en una sociedad impulsada por el miedo y el engaño.
6. Impacto en la comunidad: Las acciones de Abigail tienen graves consecuencias para la comunidad de Salem, lo que contribuye a la creciente histeria y las acusaciones falsas. Sus deseos egoístas provocan la pérdida de vidas inocentes. Por el contrario, la postura de principios de Isabel, incluso frente a la adversidad, se convierte en un faro de esperanza y moralidad, que anima a otros a luchar contra la injusticia.
A través del contraste entre Abigail y Elizabeth, Miller explora las complejidades de la naturaleza humana, la dinámica de poder dentro de una comunidad y los dilemas morales que surgen en medio del miedo y las presiones sociales.