Armario Real :El guardarropa del monarca era una amplia colección de prendas utilizadas para diversas ocasiones, incluidas representaciones teatrales. A los actores de compañías que actuaban en la corte o bajo el patrocinio real se les podría conceder acceso a estos trajes.
Mecenas ricos :Las personas ricas o los nobles que apoyaban a las compañías teatrales a menudo les proporcionaban asistencia financiera y recursos, incluidos disfraces. Estos disfraces pueden ser nuevos o reutilizados del guardarropa del propio cliente.
Compañías de teatro :Las propias compañías de teatro a veces mantenían una colección de vestuario para que los actores lo usaran en sus producciones. Estos disfraces podrían compartirse entre diferentes actores y producciones.
Alquiler y sastrería :Los actores también pueden alquilar o comprar trajes en tiendas especializadas o sastres que atiendan al mundo teatral. Estas tiendas podrían proporcionar disfraces confeccionados o crear piezas personalizadas según los requisitos del actor y el guión de la obra.
Colaboración artística :Los actores a veces colaboraban con diseñadores de vestuario para crear trajes únicos para roles específicos. Estos diseñadores podrían dibujar y crear disfraces adaptados al carácter del actor y a la estética general de la producción.
Reutilizar y adaptar :Los actores a menudo reutilizaron trajes de otras producciones o adaptaron prendas existentes para adaptarse a diferentes roles. Con recursos limitados, aprovechar al máximo los disfraces disponibles era fundamental.
Vale la pena señalar que los disfraces que usaron los actores en el Globe Theatre no eran del todo históricamente exactos. El teatro isabelino se centró más en el simbolismo y la representación visual que en la precisión histórica del vestuario. El énfasis estaba en transmitir el estatus social, los rasgos de personalidad y las alegorías de los personajes en lugar de replicar vestimentas históricas específicas.