Cuando se piensa en la obra escocesa, también conocida como Macbeth, el significado se vuelve muy evidente. El rey James tenía un profundo interés en la brujería y el derecho divino de los reyes a gobernar y, por lo tanto, esto es significativo.
Además, la conexión personal de James con el personaje de la obra de Shakespeare añade otra capa de simbolismo y relevancia. Las profecías de las brujas en particular resonaron entre el público jacobeo:"¡Salve, Macbeth, Thane de Cawdor!", "¡Salve, Macbeth, que será rey en el futuro!" ¡Salve, Macbeth y Banquo!", todos resonaron. Estos títulos no se referían sólo al propio ascenso al poder de Macbeth, sino que también se hizo eco del propio ascenso de James al trono de Escocia en 1567 después de la misteriosa muerte de Lord Darnley, quien también estaba relacionado a el