1. Entorno modernizado :Macbeth de Welles se sitúa en un contexto contemporáneo posterior a la Segunda Guerra Mundial. La película emplea trajes, armas y decorados modernos, incluido el uso de guerra de trincheras y uniformes militares. Esto aporta una sensación de realismo e inmediatez a la historia, conectándola con los conflictos políticos y sociales de la época.
2. Imágenes expresionistas :Welles incorpora varias técnicas cinematográficas expresionistas para crear una atmósfera visualmente impactante y surrealista. Utiliza una iluminación dramática, fotografías de enfoque profundo, ángulos holandeses y movimientos de cámara innovadores para mejorar el impacto psicológico de los personajes y sus acciones. Estos elementos visuales amplifican la sensación de paranoia, culpa y locura.
3. Elecciones de reparto :Welles toma decisiones de reparto poco convencionales para los papeles principales. Se presenta a sí mismo como Macbeth, aportando su característico carisma e intensidad al papel. Jeannette Nolan interpreta a Lady Macbeth, alejándose de la representación tradicional de ella como una manipuladora fría y despiadada. Las elecciones de casting de Welles añaden profundidad y complejidad a estos personajes.
4. Narración de voz :Welles incorpora narración de voz a lo largo de la película. Este dispositivo narrativo le permite ofrecer una exposición, transmitir los pensamientos y las luchas internas de los personajes y crear una experiencia narrativa más íntima y subjetiva.
5. Acentos escoceses :Welles y varios otros actores emplean un fuerte acento escocés en sus actuaciones. Esta elección tiene como objetivo capturar el contexto cultural de la obra original y realza el sentido de autenticidad.
6. Argumento condensado :Welles condensa el texto original de Shakespeare, eliminando o acortando significativamente ciertas escenas y personajes. Esta racionalización de la trama le permite centrarse en los temas centrales y los conflictos de la obra.
7. Final :El final de Macbeth de Welles presenta cambios significativos. Mientras que la obra de Shakespeare concluye con Macduff derrotando a Macbeth y convirtiéndose en rey, la película de Welles se desvía de esta resolución. En cambio, la escena final muestra a Macbeth rindiéndose y pronunciando un conmovedor soliloquio que reflexiona sobre sus acciones.
En general, Macbeth de Orson Welles ofrece una interpretación distinta de la tragedia clásica de Shakespeare. Al incorporar elementos modernos, imágenes expresionistas y elecciones de reparto únicas, Welles crea una película visual y temáticamente convincente que presenta una nueva perspectiva de la eterna historia de ambición, culpa y poder.