A medida que tanto Cugat como Arnaz obtuvieron reconocimiento y éxito en la industria del entretenimiento, naturalmente surgió un cierto nivel de rivalidad entre ellos. Esta rivalidad se centró en gran medida en su enfoque compartido en la música latina y su competencia por las reservas y la popularidad. Cada músico tenía un estilo y un enfoque distintivo de la música latina, lo que atraía a diferentes audiencias y fomentaba un sentido de competencia. Esta rivalidad a menudo se manifestaba en forma de bromas amistosas y superación, particularmente durante el apogeo de sus carreras en las décadas de 1940 y 1950.
Es importante señalar que si bien había un elemento de rivalidad entre Cugat y Arnaz, también respetaban y admiraban el talento y las contribuciones de cada uno a la música latina. Ambos músicos tuvieron un impacto significativo en la industria y ayudaron a popularizar la música latina en los Estados Unidos y más allá.