- Revisar correos electrónicos
- Leer y responder mensajes.
- Pagar facturas
- Lavar la ropa
- Limpiar la casa
- Compras de comestibles
- Pasear al perro
- Cortar el césped
- Actualización de un presupuesto mensual.
- Asistir a reuniones programadas
- Hacer recados
- Preparación de comidas
- Planificar y coordinar las actividades diarias.
*Estos son sólo algunos ejemplos y la lista puede variar según las circunstancias individuales o los horarios diarios. Las rutinas ayudan a mantener el orden, la eficiencia y el equilibrio, lo que permite gestionar las responsabilidades personales y profesionales de forma eficaz.*