A continuación se muestran algunos ejemplos que ilustran este motivo en la obra:
1. La quimera del éxito: Willy está obsesionado con lograr el éxito financiero y el reconocimiento social, pero su búsqueda no es realista y se basa en promesas vacías. Él cree que está a una gran venta de lograr sus sueños, a pesar de su falta de talento genuino o ética de trabajo.
2. Delirios de grandeza: Willy alberga delirios de grandeza sobre sus logros pasados y el potencial de sus hijos. Se jacta de sus conexiones comerciales imaginarias y espera que sus hijos hereden su "grandeza" sin hacer ningún esfuerzo.
3. Malinterpretar la realidad: Las interacciones de Willy con los demás a menudo se ven distorsionadas por sus delirios. Él malinterpreta la decepción de Biff como respeto y no reconoce la verdad sobre sus relaciones.
4. Conversaciones imaginarias: Willy frecuentemente entabla conversaciones con su hermano muerto Ben, quien solo existe en su imaginación. Busca orientación y validación de Ben, lo que enfatiza aún más su desconexión de la realidad.
5. Flashbacks ilusorios: Willy experimenta vívidos flashbacks de su pasado, donde glorifica sus relaciones con sus hijos y su esposa, pero estos recuerdos a menudo están idealizados y distorsionados.
6. El incidente de la manguera de goma: El intento de Willy de arreglar una manguera rota simboliza su intento fallido de reparar su vida y escapar del ciclo del atrapamiento.
La trampa de Willy en sus ilusiones lo lleva a su trágica caída, ya que no puede afrontar la verdad sobre su vida. El motivo de la trampa y la ilusión en La muerte de un viajante refuerza la idea de que el autoengaño puede tener consecuencias destructivas y resalta la importancia de reconocer la realidad para encontrar la verdadera realización.