Los recitativos de Secco se emplean con frecuencia en la ópera y los oratorios barrocos, donde sirven como una especie de taquigrafía musical para transmitir la narrativa o el diálogo entre los personajes de la historia que se presenta. También se encuentran comúnmente en la música coral sacra, como las pasiones de Bach.
Por su propia naturaleza, los recitativos secco ponen mayor énfasis en la entrega y claridad del texto, permitiendo una interpretación más dramática y una comunicación directa con la audiencia. La línea vocal en el recitativo secco a menudo sigue el ritmo y la entonación naturales del habla, imitando el ritmo del lenguaje natural y enfatizando el significado del texto.
Los recitativos de Secco exigen agilidad técnica por parte del intérprete, exigiéndole moverse rápidamente entre frases cantadas y habladas, a menudo acompañadas de gestos o acciones dramáticas en el escenario. Esta fluidez hace que los recitativos de secco sean una parte vital del proceso de narración, permitiendo que el drama y la emoción del momento brillen.