intelectual e introspectivo: Hamlet es profundamente reflexivo, analiza constantemente situaciones y contemplando preguntas filosóficas. También es un orador talentoso y un gran observador de la naturaleza humana.
melancolía y melancólica: Hamlet es propenso a la tristeza y la desesperación, a menudo habitando en los aspectos más oscuros de la vida. Lucha con sentimientos de angustia y desilusión existencial.
indeciso y pasivo: Si bien Hamlet es capaz de tomar medidas, a menudo duda y se retrasa. Está paralizado por sus propias dudas y miedos, lo que lleva a la inacción y al sufrimiento.
ambicioso y vengativo: Hamlet está impulsado por un fuerte deseo de justicia y retribución. Anhela vengar la muerte de su padre y castigar a los responsables.
Compasivo y empático: A pesar de su oscuridad, Hamlet muestra una compasión genuina por los demás, particularmente Ofelia y su madre. Puede ser sensible y comprensivo, pero este lado de él a menudo está eclipsado por su naturaleza melancólica y vengativa.
En última instancia, Hamlet es una figura trágica que encarna las complejidades de la naturaleza humana. Es brillante y defectuoso, capaz de un gran amor y una profunda desesperación. Es un personaje que continúa fascinando y desafiando al público siglos después de su creación.