* De los 1.517 pasajeros y tripulantes que murieron en el hundimiento, sólo se recuperaron 328 cadáveres. Debido a que el barco se hundió tan rápido y en aguas muy frías, muchos de los cuerpos estaban notablemente bien conservados.
* Cuando el Titanic fue redescubierto en la década de 1980, un equipo de científicos e investigadores emprendió una exploración detallada de los restos del naufragio. Utilizando tecnología avanzada, incluidos sumergibles de aguas profundas y cámaras remotas, pudieron documentar el interior del barco y examinar muchos de los artefactos que quedaron atrás. Encontraron artículos personales, como ropa, joyas, libros y equipaje, así como habitaciones intactas, como los camarotes de primera clase, los comedores y la gran escalera.
* Durante la exploración también se descubrieron restos humanos, la mayoría de ellos aún ubicados en el lugar donde reposaron después del hundimiento del barco. Estos restos incluían huesos, cabello e incluso tejidos conservados. Sin embargo, por razones éticas y respetuosas, el equipo no recuperó ni tocó ninguno de estos restos. En cambio, documentaron su ubicación y condición, rindiendo homenaje a las víctimas de este trágico desastre.
* Además de los restos humanos, la vida marina también había llegado a habitar los restos del naufragio a lo largo de los años. El barco se ha convertido en un arrecife artificial, hogar de una variedad de criaturas de las profundidades marinas, como anémonas de mar, medusas, crustáceos y diversas especies de peces. Este descubrimiento destacó el impacto de las actividades humanas en el medio ambiente y la capacidad de la vida marina para adaptarse incluso a las condiciones más extremas.
La exploración del Titanic continúa cautivando y fascinando a personas de todo el mundo, ofreciendo una visión de uno de los desastres más emblemáticos de la historia y arrojando luz sobre las vidas y experiencias de quienes perecieron en esa fatídica noche.