Winehouse tenía un historial de abuso de alcohol y drogas, y había entrado y salido de rehabilitación varias veces. En los meses previos a su muerte, había estado luchando por mantenerse sobria.
La noche del 22 de julio, Winehouse había estado bebiendo mucho. Su guardaespaldas la encontró muerta a la mañana siguiente.
La muerte de Winehouse fue un shock para sus fans y la industria musical. Tenía sólo 27 años. Su trágica muerte se ha atribuido a su lucha contra la adicción.