El desarrollo inicial de la ópera de Beijing se produjo en los alrededores de Beijing, particularmente en la antigua ciudad imperial. Durante esta época, surgieron muchas compañías de teatro que comenzaron a actuar en casas de té y otros lugares públicos. A finales del siglo XVIII, la ópera de Beijing había ganado una inmensa popularidad y se convirtió en la forma de ópera dominante en China.
El establecimiento de la corte imperial en Beijing elevó aún más el estatus de la ópera de Beijing. La corte imperial encargaba con frecuencia representaciones de ópera y muchos artistas famosos fueron invitados a actuar en el palacio imperial. El patrocinio imperial no sólo proporcionó apoyo financiero a las compañías de ópera sino que también ayudó a estandarizar y refinar la forma de arte.
A lo largo de los años, la ópera de Beijing ha seguido evolucionando e incorporando elementos de diversas formas de ópera regional, así como de música y teatro occidentales. Hoy en día, se considera una de las formas de arte tradicional más destacadas de China y el público lo disfruta ampliamente tanto en China como en el extranjero.