Esto se debió a la percibida "inmoralidad" y "occidentalización" del programa que contradecía las estrictas normas sociales y religiosas del país. Específicamente, el humor del programa, que a menudo involucraba sátira y bofetada, era visto como inapropiado. La presencia de personajes femeninos y la mezcla de géneros en el programa también contribuyeron a su prohibición.