Para frenar y prevenir una mayor propagación de la plaga, el Consejo Privado emitiría directivas de salud pública, como la prohibición de grandes reuniones públicas y espacios públicos, y el cierre de teatros. Las compañías de teatro se verían obligadas a trasladarse fuera de los límites de la ciudad de Londres y actuar en ciudades y pueblos de provincia durante este tiempo.