A continuación se muestran algunos métodos para ejecutar dos sistemas operativos en una sola pantalla al mismo tiempo:
1. Software de máquina virtual:
Utilice software de virtualización como Oracle VM VirtualBox, VMware Workstation o Parallels Desktop. Instale el software en su sistema operativo principal y cree máquinas virtuales para los sistemas operativos secundarios que desee ejecutar. Dentro del software de virtualización, puede configurar máquinas virtuales, asignar recursos y cambiar entre sistemas operativos.
2. Subsistema de Windows para Linux (WSL):
Si está utilizando Windows 10 u 11, puede aprovechar el Subsistema de Windows para Linux (WSL) para ejecutar distribuciones de Linux dentro de Windows. WSL le permite ejecutar comandos y aplicaciones de terminal Linux directamente dentro de Windows, sin la necesidad de una máquina virtual tradicional. Puede abrir múltiples terminales WSL e incluso usar herramientas como VcXsrv para mostrar aplicaciones GUI de Linux en su escritorio de Windows.
3. Conexión a escritorio remoto (RDP):
Configure una conexión de escritorio remoto para acceder a otra computadora que ejecute un sistema operativo diferente. Puede conectarse de forma remota a la otra computadora a través de una red o Internet y ver el escritorio del sistema operativo remoto en su pantalla local.
4. USB en vivo o CD en vivo:
Cree una unidad USB de arranque o un CD-ROM que contenga una distribución del sistema operativo en vivo. Puede iniciar su computadora desde el USB/CD, que ejecutará el sistema operativo temporalmente sin instalarlo en su disco duro. Esto le permite probar diferentes sistemas operativos sin realizar cambios permanentes en su sistema operativo principal.
Cuando utilice varios sistemas operativos simultáneamente, asegúrese de tener recursos del sistema adecuados (como RAM y potencia de procesamiento) para soportar las demandas de ambos sistemas operativos que se ejecutan simultáneamente. Además, configure correctamente su software de virtualización o conexiones de escritorio remoto para garantizar una conmutación y acceso fluidos a los sistemas operativos deseados.