- Impacto emocional:las películas de terror pueden evocar fuertes respuestas emocionales, como miedo, ansiedad y pánico. Estas emociones pueden resultar abrumadoras para algunas personas y provocar sentimientos de angustia e incomodidad.
- Alteración del sueño:Ver películas de terror antes de acostarse puede interferir en la calidad del sueño y dificultar conciliar el sueño o permanecer dormido. El elevado estado de excitación causado por la respuesta de miedo puede alterar los patrones normales de sueño.
- Impacto psicológico:para personas con trastornos de ansiedad existentes o ciertas vulnerabilidades psicológicas, ver películas de terror puede exacerbar sus síntomas o contribuir al desarrollo de nuevos problemas relacionados con la ansiedad.
- Reforzar el miedo y la ansiedad:la exposición repetida a contenidos aterradores puede reforzar las respuestas de miedo, haciendo que las personas sean más sensibles a los desencadenantes del miedo y más propensas a experimentar miedo y ansiedad en situaciones de la vida real.
- Desensibilización:con el tiempo, la exposición frecuente a contenidos aterradores puede conducir a una forma de desensibilización, en la que las personas se vuelven menos receptivas a los estímulos que inducen miedo, lo que puede reducir la capacidad de reconocer los peligros del mundo real.
- Individuos impresionables:Los niños, adolescentes y personas con alta sugestionabilidad pueden ser particularmente vulnerables a los efectos de las películas de terror y más propensos a experimentar reacciones negativas.