La princesa Giselle era originaria de la tierra mágica de Andalasia, donde vivió feliz para siempre con sus amigos animales y su verdadero amor, el Príncipe Eduardo. Sin embargo, una reina malvada, Narissa, que quería asegurarse de que su propia hija se convirtiera en reina, desterró a Giselle al mundo real.
En el mundo real, Giselle conoció y se enamoró de un abogado llamado Robert, que trabajaba como socio en un bufete de abogados. Sin embargo, el matrimonio de Robert con su futura ex esposa todavía estaba en pleno apogeo, lo que complicó su relación.
Morgan, la hija de Robert, no estaba muy contenta con la repentina aparición de esta mujer perfecta en sus vidas. A pesar de las buenas intenciones de Giselle, su ingenuidad sobre cómo funciona el mundo a menudo causaba confusión y problemas a Morgan y Robert.
Mientras Giselle se adaptaba a su nueva vida en el mundo real, Narissa se disfrazó de anciana y viajó al mundo real para seguir y matar a Giselle. Finalmente encontró a Giselle y trató de matarla, pero el Príncipe Eduardo llegó justo a tiempo para salvarla y llevarla de regreso a Andalasia.
En Andalasia, Giselle y el Príncipe Eduardo se casaron y vivieron felices para siempre.