Se dice que la danza tiene sus raíces en los antiguos rituales celtas y romanos y a menudo se asocia con celebraciones, festivales y eventos especiales. Se cree que la danza se realizaba inicialmente como una forma de que los guerreros demostraran sus habilidades y fuerza con sus armas. Con el tiempo, evolucionó hacia una danza más ceremonial y simbólica que representa la unidad, la cooperación y la preservación de las prácticas culturales tradicionales.
La danza suele ser realizada por un grupo de bailarines que forman un círculo o una línea y sostienen espadas o palos en sus manos. Luego realizan pasos y movimientos sincronizados, cruzando y chocando sus espadas o palos en varios patrones para crear una exhibición rítmica y visualmente cautivadora. La danza a menudo incluye elementos de atletismo, agilidad y coordinación mientras los bailarines navegan por complejos juegos de pies y patrones intrincados mientras empuñan sus espadas o palos.
La danza de danzas ocupacionales se acompaña de música y canciones tradicionales que contribuyen a la atmósfera general y la energía de la actuación. La música se toca típicamente con instrumentos como la txalaparta (un instrumento de percusión de madera), la trikitixa (un tipo de acordeón) y el txistu (una flauta vasca), entre otros.
La danza de danzas ocupacionales tiene un importante valor cultural y simbólico en el País Vasco y se considera una parte importante del folclore y el patrimonio de la región. Se sigue representando durante festivales, celebraciones y eventos culturales, mostrando las ricas tradiciones culturales de la región y el orgullo y la pasión del pueblo vasco por preservar su patrimonio cultural.