1. Encuentre un interés común. El primer paso para iniciar una camarilla es encontrar un interés común que comparta con algunas otras personas. Esto podría ser cualquier cosa, desde deportes hasta música y videojuegos. Una vez que haya encontrado un interés común, puede comenzar a construir una relación con otras personas que lo comparten.
2. Pasen tiempo juntos. El siguiente paso es empezar a pasar tiempo junto con otras personas que comparten tus intereses. Esto podría implicar reunirse para realizar actividades habituales, como practicar deportes, ver películas o conversar sobre sus temas favoritos. Cuanto más tiempo pasen juntos, más unidos se volverán.
3. Crea una sensación de exclusividad. Una vez que tengas un grupo de personas que sean amigos cercanos, puedes comenzar a crear una sensación de exclusividad. Esto podría implicar establecer límites sobre quién puede unirse al grupo o desarrollar bromas internas y rituales que solo los miembros del grupo entiendan.
4. Sed leales unos a otros. Lo más importante en cualquier camarilla es la lealtad. Deben estar ahí el uno para el otro en los buenos y en los malos momentos, y deben poder confiar el uno en el otro implícitamente. Si puedes crear un fuerte sentido de lealtad, tu camarilla podrá resistir cualquier desafío.
Es importante señalar que las camarillas pueden ser tanto positivas como negativas. En el lado positivo, las camarillas pueden brindar un sentido de pertenencia y apoyo, y pueden ayudar a las personas a desarrollar amistades cercanas. En el lado negativo, las camarillas pueden ser exclusivas y aislantes, y pueden generar conflictos e intimidación. Es importante ser consciente de los riesgos y beneficios potenciales de las camarillas antes de decidir si unirse o no a una.