Paso 1:abre el frasco de salsa.
Asegúrese de manipular el frasco con cuidado para evitar roturas o derrames.
Paso 2:Divide la salsa.
Divida la salsa en dos porciones, la mitad para congelar y la otra mitad para uso inmediato o refrigeración.
Paso 3:Transfiera la salsa.
Transfiera la porción que desea congelar a un recipiente hermético apto para congelador. Los frascos de vidrio o los recipientes de plástico con tapas herméticas funcionan bien para este propósito.
Paso 4:deja algo de espacio libre.
Al transferir la salsa al recipiente apto para congelador, deje aproximadamente media pulgada de espacio libre en la parte superior del recipiente para permitir la expansión durante la congelación.
Paso 5:Etiquete el contenedor.
Etiquete claramente el recipiente con el contenido, la fecha y cualquier otra información importante para identificarlo fácilmente en el congelador.
Paso 6:Congela la salsa.
Coloca el recipiente de salsa en el congelador. Debería congelarse en unas pocas horas.
Paso 7:Descongela y disfruta.
Cuando esté listo para usar la salsa congelada, retírela del congelador y déjela descongelar en el refrigerador o a temperatura ambiente. Revuelva bien antes de usarlo.
Recuerde, congelar la salsa es una excelente manera de extender su vida útil y disfrutarla más tarde. Sin embargo, es importante descongelarlo adecuadamente antes de consumirlo para garantizar su calidad y sabor.