En este libro, Momaday reflexiona sobre sus experiencias como nativo americano y las formas en que las culturas de los pueblos indígenas han sobrevivido y se han visto amenazadas tras la colonización europea.
A lo largo del libro, Momaday combina memorias personales con análisis histórico y crítica cultural, ofreciendo en última instancia un relato conmovedor de la experiencia de los nativos americanos y una meditación sobre la compleja relación entre las culturas nativas y no nativas en el mundo poscolonial.