Los ciudadanos creen que Edipo ha traído una plaga a la ciudad porque es un individuo impuro y maldito, y exigen que sea castigado por sus crímenes. Creonte, cuñado de Edipo, también lo acusa de intentar usurpar el trono de Tebas, lo que aumenta aún más la visión de las acusaciones contra Edipo.
A medida que avanza la obra, queda claro que Edipo es efectivamente culpable de los crímenes de los que se le acusa, aunque los cometió sin saberlo. Mató a su padre, Layo, en un ataque de ira y, sin saberlo, se casó con su madre, Yocasta. La trágica caída de Edipo es el resultado de su destino, contra el cual lucha pero del que finalmente no puede escapar.