Aquí está el pasaje relevante del Soneto 130:
Los ojos de mi ama no se parecen en nada al sol;
Coral mucho más rojo que el rojo de sus labios;
Si la nieve es brillante, entonces sus pechos son pardos;
Si el pelaje es suave, le crecen cerdas en la cabeza.
De este pasaje se desprende claramente que el hablante compara a su amante con varios objetos naturales y la encuentra deficiente en cada caso. Sus ojos no son tan brillantes como el sol, sus labios no son tan rojos como el coral, sus pechos no son tan blancos como la nieve y su cabello no es tan suave como el pelaje. Sin embargo, esto no significa que el hablante no la ame. De hecho, concluye el soneto diciendo:"Y sin embargo, por Dios, creo que son raros los amantes / que piensan que su amor es tan verdadero como el mío". Claramente, la amante del hablante es especial para él, incluso si no se ajusta a los estándares convencionales de belleza.