El poema de Browning reflexiona sobre un hecho ocurrido durante la campaña militar de Napoleón Bonaparte en Egipto en 1798. El ejército francés, bajo el mando de Napoleón, masacró a un grupo de habitantes indefensos del campamento francés, entre ellos mujeres y niños egipcios, en un momento de violencia imprudente. El poema profundiza en el estado psicológico de los soldados que participaron en este acto de brutalidad y las implicaciones morales de sus acciones.
La sensación inicial de júbilo y gloria de los soldados se convierte en una inquietante culpa cuando se dan cuenta del horror de lo que han hecho. Se los describe como "salvajes de alegría" y "gritando de alegría" durante la masacre, pero a medida que avanza el día, luchan con el peso de sus acciones y se vuelven "silenciosos y deprimidos". El poema termina con una reflexión arrepentida sobre el líder caído de los soldados, el "Cacique", retratado como un símbolo del poder equivocado y la pérdida de la compasión humana.
El mensaje de Browning es que la guerra y el conflicto pueden tener consecuencias terribles y que quienes ejercen el poder deben rendir cuentas de sus acciones. Sugiere que las victorias y conquistas militares no deberían producirse a expensas de los valores morales y la santidad de la vida humana. El incidente sirve como un sombrío recordatorio del lado oscuro de la naturaleza humana, los peligros de la ambición desenfrenada y la urgente necesidad de autocontrol y conciencia ética.