El poema, escrito por Charles Kingsley en 1830, cuenta la trágica historia de una joven llamada Mary que muere tras quedar varada en las traicioneras arenas del río Dee. El río, personificado como una figura masculina, se presenta como una fuerza poderosa y peligrosa que atrae a María a la muerte. El poema explora temas de amor, pérdida y los peligros del encanto de la naturaleza.
El uso de "Dee" en el título del poema y a lo largo de la narrativa enfatiza el papel central del río en la historia y su impacto en el destino de Mary.