1. En "La Pulga", Donne compara una pulga que les ha picado a él y a su amante con un lecho conyugal:
>Oh, quédate, tres vidas en una pulga de repuesto,
Donde estamos casi, sí, más que casados.
2. En "A Valediction:Forbidding Mourning", Donne compara la despedida de dos amantes con la puesta del sol:
>Nuestras dos almas, pues, que son una,
Aunque debo irme, no aguantes todavía
Una brecha, pero una expansión,
Como el oro hasta la delgadez del aire.
3. En "El éxtasis", Donne compara la unión de dos amantes con el encuentro de dos compases:
>Así deben descender las almas de los amantes puros
A los afectos y a los fines,
De los cuales nuestros sentidos, hasta que se levantan,
No son ni instrumentos ni ojos.
4. En "Holy Sonnet XIV", Donne compara el viaje del alma al cielo con el viaje de un barco:
>Golpea mi corazón, Dios tripersonal, por ti
Hasta ahora sólo toca; respira, brilla y busca reparar;
Para que pueda levantarme y pararme, derrocarme y doblarme
Tu fuerza para romperme, soplar, quemar y hacerme nuevo.
Estos son sólo algunos ejemplos de las muchas presunciones metafísicas que se pueden encontrar en la poesía de John Donne. El uso que hace Donne de la vanidad es una de las cosas que hace que su poesía sea tan única y memorable.