En un mundo de ácidos y bases,
Donde los químicos bailan y reaccionan,
Existe una balanza, con sabiduría en sus gracias,
Para contar la historia del pH, un hecho potente.
Del cero al catorce, los números juegan su papel,
Describiendo la fuerza y el equilibrio de la mezcla,
Los ácidos reinan en el arte inferior,
Mientras que las bases residen en el punto más alto.
La neutralidad se sitúa en el punto medio siete,
Donde el equilibrio habita suavemente,
Donde ningún ácido ni base puede ser el cielo,
Un mundo armonioso donde el equilibrio encanta.
Los ácidos, con sus iones de hidrógeno a cuestas,
Donen su poder, deseosos de dar,
Mientras que las bases, con el suave brillo del hidróxido,
Acepta esos iones, haciendo que las soluciones vivan.
Cuanto más fuerte es el ácido, menor es su número,
Liberando más H+ en la pelea,
Mientras las bases, en su poder, sucumben al sueño,
Sus iones OH- aumentan a la vista.
En los laboratorios, el pH reina,
Una fuerza guía, la estrella guía de un químico,
Sin él, los experimentos pueden ser un sueño,
Y los resultados podrían resultar bastante extraños.
Así que levanta una copa por la escala de pH, amigo mío,
Porque en la comprensión florecen los grandes descubrimientos,
Con el conocimiento del pH, las reacciones se reparan,
Y las maravillas científicas no encontrarán su destino.