1. Comparación con un vínculo matrimonial:
- "No me dejes al matrimonio de mentes verdaderas
Admitir impedimentos."
- Shakespeare comienza el soneto declarando que el verdadero amor, representado por el "matrimonio de mentes verdaderas", no debe verse obstaculizado ni obstruido por ningún obstáculo. Esta comparación sugiere que el amor verdadero es una unión sagrada y duradera que trasciende las circunstancias externas.
2. Comparación con la firmeza del mar:
- "El amor no es amor
Que se altera cuando encuentra alteración,
O se dobla con el removedor para quitar."
- Shakespeare enfatiza que el amor verdadero permanece constante incluso cuando se enfrenta a cambios o desafíos. Compara el amor con la firmeza del mar, que permanece inquebrantable a pesar del flujo y reflujo de sus mareas. Esta comparación refuerza la idea de la naturaleza duradera del amor.
3. Comparación con un cuerpo celeste:
- "¡Oh no! es una marca siempre fijada
Que mira las tempestades y nunca se conmueve;
Es la estrella de cada ladrido errante,
Cuyo valor se desconoce, aunque se tenga en cuenta su altura."
- En estas líneas, Shakespeare compara el amor verdadero con un cuerpo celeste fijo, como una estrella, que proporciona guía y estabilidad en un mundo caótico. Sugiere que el amor verdadero sirve como un faro de esperanza y constancia para quienes están perdidos o buscan dirección en sus vidas. Esta comparación resalta la capacidad del amor para brindar estabilidad y un sentido de propósito.
4. Comparación con la longevidad del amor:
- "El amor no es tonto del tiempo, aunque los labios y las mejillas sonrosados
Dentro del alcance de su hoz curvada ven;
El amor no cambia con sus breves horas y semanas,
Pero lo confirma incluso hasta el borde de la fatalidad."
- Shakespeare sostiene que el amor verdadero trasciende los límites del tiempo y la mortalidad. Personifica el Tiempo como un segador con una hoz, simbolizando su poder para destruir la belleza y la vida. Sin embargo, afirma que el amor verdadero no se ve afectado por el paso del tiempo y perdura "incluso hasta el borde de la perdición". Esta comparación enfatiza la naturaleza duradera y eterna del amor.
En general, las líneas 1 a 12 del Soneto 116 establecen las ideas centrales del poema:la fuerza, la constancia y la naturaleza eterna del amor verdadero. El uso que hace Shakespeare de comparaciones y metáforas con la naturaleza, los cuerpos celestes y el paso del tiempo refuerza la idea de que el amor verdadero es una fuerza poderosa y duradera que trasciende las circunstancias externas y permanece inquebrantable frente a los desafíos y cambios.