El poema presenta a Ulises como un individuo inquieto y ambicioso que, a pesar de su avanzada edad y sus logros pasados, está impulsado por un deseo insaciable de embarcarse en nuevos viajes de exploración y descubrimiento. Anhela liberarse de las limitaciones de una existencia sedentaria y aventurarse en territorios inexplorados, buscando la realización y una comprensión más profunda del mundo y su lugar en él.
A lo largo del poema, Tennyson enfatiza la determinación inquebrantable de Ulises de enfrentar lo desconocido y los desafíos que le esperan. Se niega a sucumbir a la complacencia o dormirse en los laureles, sino que abraza el llamado de la aventura y la búsqueda del conocimiento. Considera la vida como un viaje continuo, lleno de triunfos y fracasos, y cree que es a través de estas experiencias que se puede lograr el verdadero crecimiento y la autorrealización.
El poema destaca el contraste entre el espíritu aventurero de Ulises y las vidas más asentadas de quienes lo rodean, en particular su hijo Telémaco y los pretendientes que compiten por la mano de su esposa, Penélope. Ulises añora la emoción y los desafíos de sus viajes pasados y se siente inquieto en su entorno doméstico actual.
Además, Tennyson explora los temas de la mortalidad y el legado en el poema. Ulises reflexiona sobre sus logros pasados y el impacto que ha tenido en el mundo, pero también reconoce que su tiempo es limitado. Desea aprovechar al máximo los años que le quedan y dejar un legado duradero, no sólo para su familia sino también para las generaciones futuras.
En esencia, "Ulises" celebra el espíritu humano indomable y la búsqueda del conocimiento, la aventura y la autorrealización, independientemente de la edad o las circunstancias. Alienta a las personas a aceptar los desafíos y las incertidumbres de la vida y a esforzarse continuamente por crecer y realizarse.