Allí resolvió el enigma de la Esfinge y fue proclamado rey. También se casó con Yocasta, la reina de Tebas, que estaba destinada a ser su madre. Edipo permaneció ignorante de estos hechos hasta que una plaga azotó Tebas. En un esfuerzo por descubrir la causa de la plaga, Edipo consultó al vidente Tiresias, quien le reveló la verdad sobre su ascendencia.
Edipo entonces se llena de horror y culpa y relata su pasado para explicar su miedo. Teme ser castigado por los crímenes que ha cometido sin saberlo -parricidio e incesto- y anticipa el inminente cumplimiento de la profecía que lo persigue desde que era joven.