Ejemplos de alguien que confunde los hechos con la realidad incluyen:
- Creer en una teoría de la conspiración sin ninguna evidencia que la respalde.
- Pensar que ellos siempre tienen razón y que todos los demás se equivocan.
- Ignorar la evidencia científica en favor de sus propias creencias personales.
- Creer que algo es cierto simplemente porque se repite con frecuencia.
- Tomar decisiones basadas en emociones más que en hechos.
Es importante ser consciente de la distinción entre hechos y realidad y poder pensar críticamente sobre la información que se nos presenta. Esto nos ayudará a tomar decisiones informadas y evitar ser engañados por información falsa.