Cada compás o compás contiene un número específico de tiempos, dependiendo del compás de la música. Por ejemplo, en 4/4, cada compás consta de cuatro tiempos. Los músicos cuentan estos ritmos para mantener el ritmo y el tempo adecuados mientras tocan.
Las líneas de compás verticales también indican agrupaciones rítmicas y la ubicación de tiempos fuertes y débiles dentro de un compás. Por lo general, el primer tiempo de cada compás está acentuado, mientras que los demás tiempos suelen tocarse de manera menos prominente. Este patrón de ritmos acentuados y no acentuados crea la sensación rítmica de la música.
Los compases son un elemento esencial de la notación musical y proporcionan un marco estructurado que ayuda a los músicos a interpretar e interpretar música de forma precisa y coherente. Permiten a los compositores, arreglistas e intérpretes comunicar eficazmente sus ideas musicales y garantizar que todos los músicos toquen en sincronía entre sí.