Según el relato más popular, Shakespeare murió de fiebre. Este relato se basa en una biografía del siglo XVII de John Aubrey, que afirma que Shakespeare "murió allí a causa de un favor y fue enterrado en Stratford".
Algunos estudiosos han especulado que Shakespeare pudo haber muerto por otras causas, como un ataque cardíaco o un derrame cerebral. Sin embargo, no hay evidencia que respalde estas afirmaciones.
Puede que nunca se sepa la causa exacta de la muerte de Shakespeare, pero está claro que era un hombre de gran talento y genio, y que su obra ha tenido un profundo impacto en la literatura y la cultura de todo el mundo.