Hay varias razones por las que el uso de personajes de dibujos animados en la publicidad de cigarrillos se consideró perjudicial:
- Apelación a los niños: Los personajes de dibujos animados suelen resultar atractivos para los niños, y su uso en la publicidad de cigarrillos podría hacer que fumar parezca atractivo y deseable para los jóvenes. Esto se consideró especialmente preocupante, ya que los niños son más susceptibles a la influencia de la publicidad y pueden tener más probabilidades de empezar a fumar si se exponen a dichos anuncios.
- Asociación con emociones positivas: Los personajes de dibujos animados suelen asociarse con emociones positivas, como la felicidad, la diversión y la emoción. Al utilizar personajes de dibujos animados en la publicidad de cigarrillos, las empresas tabacaleras explotaban estas asociaciones positivas y creaban una imagen favorable del tabaquismo.
- Percepción de fumar como inofensivo: Los personajes de dibujos animados pueden retratar fumar como una actividad inofensiva e incluso divertida. Al utilizar personajes de dibujos animados en la publicidad de cigarrillos, las empresas tabacaleras minimizaban los posibles riesgos para la salud asociados con el tabaquismo y lo hacían parecer un hábito seguro y aceptable.
- Socavar los esfuerzos antitabaco: El uso de personajes de dibujos animados en la publicidad de cigarrillos podría socavar los esfuerzos antitabaco y confundir al público, especialmente a los jóvenes, acerca de los peligros de fumar. Al presentar el tabaquismo desde una perspectiva positiva, los personajes de dibujos animados podrían eclipsar las advertencias sanitarias y disuadir a los jóvenes de tomar en serio los riesgos de fumar.
Debido a estas preocupaciones, muchos países prohibieron el uso de personajes de dibujos animados en la publicidad de cigarrillos para proteger a los niños y jóvenes y disuadirlos de comenzar a fumar.