El diseño original de Deathbat presentaba un murciélago de aspecto más tradicional con rasgos parecidos a una calavera, que apareció en el primer álbum de larga duración de la banda, "Sounding the Seventh Trumpet". Con el tiempo, el Deathbat pasó por varias modificaciones, evolucionando hacia la versión más estilizada que se ve hoy en día, que se usa a menudo en portadas de álbumes como "City of Evil" y en productos de la banda.
El Deathbat se ha convertido en un símbolo que los fans de Avenged Sevenfold pueden reconocer fácilmente. Representa la música, el estilo y la identidad de la banda. Es un emblema único y memorable que ha ayudado a solidificar la posición de la banda como una de las bandas de heavy metal más influyentes y exitosas de su generación.