1. Ahorcamiento:este era el método de ejecución más común y se utilizaba para una amplia gama de delitos, incluidos robo, traición y asesinato. El condenado sería colgado en la horca hasta la muerte.
2. Decapitación:La decapitación estaba reservada para delitos considerados particularmente atroces, como la traición o el asesinato de un funcionario de alto rango. El verdugo usaba una gran espada o un hacha para cortar la cabeza del condenado.
3. Quema en la hoguera:este método de ejecución se utilizaba principalmente para delitos relacionados con herejía, brujería o disidencia religiosa. El condenado sería atado a una estaca y quemado vivo.
4. Arrastre y descuartizamiento:Este era un método de ejecución particularmente brutal y estaba reservado para alta traición. El condenado sería atado a un marco de madera, donde sus extremidades serían separadas por caballos o cuerdas. Luego, su cuerpo sería descuartizado y exhibido en lugares públicos como advertencia para los demás.
5. Presiones hasta la muerte:Este método de ejecución implicaba colocar pesos pesados sobre el pecho del condenado hasta que ocurriera la muerte. A menudo se utilizaba para delitos como negarse a declararse culpable o permanecer mudo durante un juicio.
Las ejecuciones públicas a menudo se llevaban a cabo en lugares muy visibles, como plazas de mercados o vías públicas, como medio de disuasión y para servir de advertencia a otros. Los métodos fueron diseñados para ser lo más públicos y espantosos posible para causar un impacto duradero en las mentes de los espectadores.