En el soliloquio, el príncipe Hamlet reflexiona sobre la idea de si es más noble soportar las dificultades y desafíos de la vida o tomar el camino más fácil de acabar con la propia vida. Contempla las incertidumbres y los miedos que conlleva la existencia y considera la posibilidad de una vida futura. La frase "ser o no ser" simboliza el debate interno dentro de la mente de Hamlet mientras lidia con el dilema existencial de seguir viviendo o elegir el olvido.
El soliloquio profundiza en temas filosóficos como el honor, el propósito, el sufrimiento y la contemplación de la mortalidad. Hamlet reflexiona sobre las luchas de la vida cotidiana, el peso de la responsabilidad y el atractivo de escapar de estas cargas a través de la muerte. Se pregunta si es mejor afrontar con valentía los desafíos y las incertidumbres de la existencia o encontrar consuelo en un reino desconocido más allá de la vida.
El soliloquio es importante por su exploración de las experiencias humanas universales y su capacidad para resonar en audiencias de generaciones y culturas. Proporciona una visión de la agitación interna de Hamlet y las complejidades de la naturaleza humana, capturando la esencia de la contemplación existencial y las profundas preguntas que continúan atormentando a la humanidad.