De manera similar, en el poema "The Grass" de Emily Dickinson, el hablante observa la forma en que una brizna de hierba puede alterar y desafiar las expectativas y convenciones del mundo natural. La hierba se niega a ajustarse a los patrones limpios y ordenados de la vida humana y, en cambio, afirma su propio carácter salvaje e individualidad. Al colocar un objeto simple en un entorno natural, ambos poemas exploran la compleja relación entre los mundos natural y humano, utilizando la naturaleza para desafiar y alterar las expectativas y suposiciones humanas.